T.ARIZA/Chiclana
El verano en Chiclana encierra un significado más amplio que trasciende al calor y la playa. El verano en Chiclana es turismo, es bares, es comer fuera, son terrazas y copas nocturnas al aire libre. Es el momento en el que las zonas más turísticas de la ciudad, como son La Barrosa y el Novo Sancti Petri, despiertan de un largo letargo de nueve meses.
Desde hace años, empresarios, Ayuntamiento y otras administraciones, están trabajando para acabar con la estacionalidad, que lastra la creación de empleo durante la temporada baja, tanto en Chiclana como en el resto de poblaciones del litoral gaditano. Pero aún, a día de hoy, existe un abismo, que parece insalvable, entre las imágenes opuestas que nos dejan estas zonas turísticas en cada época del año.
Aproximadamente medio millar de establecimientos, entre hoteles, restaurantes, tiendas y bares de copas, se aglutinan entre La Barrosa y el Novo Sancti Petri de los cuales muy pocos se aventuran a mantener sus puertas abiertas todo el año ante la falta de clientes.
El presidente de la Asociación de Hostelería de Chiclana, Victorio Canu, explica que la actividad comercial y hostelera en ambas zonas pasa de, aproximadamente, un 10% que se mantiene en invierno, al 100% que se vive en verano. Y es que la gran mayoría de casas construidas durante años tanto en La Barrosa como en el Novo son segundas residencias o inmuebles destinados a alquileres vacacionales como apartamentos turísticos.
No obstante, ya desde Semana Santa, con la llegada del buen tiempo, muchos empresarios comienzan a abrir sus locales para dar servicio a quienes vienen a pasar sus pequeñas vacaciones y comenzar a captar clientes. Sin embargo, la gran mayoría, opta por esperar al mes de junio para entrar de lleno en la campaña de verano. Pero ¿cómo sobrevive un negocio que sólo abre tres meses al año?
Según explica el presidente de los hosteleros de Chiclana “hubo una época en la que, la mayoría de los empresarios, tenían otro negocio en el centro, que permanecía abierto todo el año, y luego tenían sus locales en La Barrosa o en el Novo, que sólo abrían en verano, pero hoy son los menos, hoy tienes que decidir entre afrontar el año entero abierto en la playa o intentar aprovechar al máximo los tres meses de verano”.
En este sentido, desde la asociación de hosteleros consideran que la zona de La Barrosa necesita un impulso para tener actividad no sólo en verano. “Alargar la temporada estival no sólo es ampliar los servicios de playa. Arriba también hacen falta mejoras como transformar lo que hoy es una carretera en una avenida o boulevard, con farolas propias de avenida, con bancos para que la gente pueda sentarse… pero ahora mismo sólo se invierte en la arena”.
Pese a todo, este verano todo apunta a que las cifras serán mejores que las del año pasado. “Según las reservas registradas en los hoteles y los alquileres vacacionales que ya están confirmados, todo apunta a que este verano será bueno para la hostelería. Ya el pasado año se notó una pequeña mejoría y este año creemos que será mejor que el año pasado” concluye Victorio Canu.
EMPLEO
Todo esto tiene un importante impacto positivo en la creación de empleo en la ciudad. De hecho, cabe recordar que un estudio elaborado por la asociación Exceltur, publicado el pasado mes de febrero, coloca a Chiclana en el quinto puesto en el Barómetrode la Rentabilidad y el Empleo de los Destinos Turísticos Españoles. Se confirma así el crecimiento de Chiclana como referente turístico a nivel nacional con un ingreso medio por habitación disponible de 84,1 euros, casi 22 euros más que la media nacional, y la creación de 3.329 puestos de trabajo a lo largo de 2015.
Estos datos colocan a Chiclana como un referente en cuanto a destinos vacacionales en nuestro país, en función del ingreso medio por habitación disponible, y la ocupación hotelera en comparación con el resto de destinos turísticos españoles.
La apertura de los hoteles, bares y restaurantes, en las zonas de La Barrosa y el Novo, trae consigo cada año la creación de muchos puestos de trabajo, la mayoría de ellos relacionados con la hostelería, aunque también se necesita mano de obra procedente del sector de la construcción, en el caso de la ejecución de obras de reforma, o trabajos de jardinería, para cuidar hasta el mínimo detalle el entorno de los establecimientos.
En este sentido hay que resaltar que el sector turístico propició en Chiclana la creación de 3.329 puestos de trabajo a lo largo del pasado año 2015, lo que supone un incremento del 10,6 por ciento respecto al año anterior.
De esta forma Chiclana ultima los detalles para lucir sus mejores galas en una época en la que la ciudad llega a triplicar su población y el ambiente en las zonas de playa llega a su plena ebullición. Esperemos que se rompa la tendencia y que esta foto fija deje de ser una estampa efímera que sólo dura tres meses.