En este templo se guardan algunos de ellos , pertenecientes al siglo XVIII y principios del XIX
Un patrimonio etnohistórico –y pictórico– de carácter religioso que muchos desconocen son los exvotos. En el convento de las Madres Agustinas Recoletas de nuestra ciudad, se guardan con amor, y devoción, algunos de ellos del siglo XVIII y principios del XIX ofrecidos a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a Nuestra Señora del Carmen. Pero ¿qué es un exvoto? La palabra deriva del latín y etimológicamente significa “una promesa o voto solemne”. Es una expresión de fe y devoción religiosa que existe en todas las culturas y civilizaciones. Tiene su origen en la región de Mesopotamia y en el Antiguo Egipto. De allí se extendió a la cuenca del Mediterráneo. Así, en Grecia, cuna de nuestra civilización occidental, la ofrenda de exvotos era una de las prácticas religiosas más importantes que realizaban aquellos que habían solicitado el favor de los dioses. No es pues extraño que, en las profundidades de las aguas de nuestro propio término municipal, en Sancti Petri, se hayan encontrado numerosos exvotos en forma de estatuillas que los viajeros ofrecían en su santuario a Hércules, tras concluir una feliz travesía.
Un exvoto es una promesa o voto solemne. Una expresión de fe
El primer historiador occidental, Heródoto de Halicarnaso, relata en el primer libro de su “Historia” cómo Aliates, rey de los lidios, envió a la isla de Delfos –donde se hallaba el famoso oráculo– un exvoto consistente en una cratera de plata con un soporte de hierro forjado, por haberse curado de una terrible enfermedad. Era el exvoto más digno de verse de todos, y aunque ya sus antecesores habían recurrido a esta practica, ninguno alcanzó tanta grandeza. Es, sin lugar a dudas, una de las primeras referencias en la historia de este fenómeno religioso donde reyes, hombres libres o esclavos ofrecían sus exvotos. Así se ha hecho hasta hace tan solo unas décadas aquí, tanto por las clases populares como por las más acomodadas.
Representan una expresión tradicional de arte popular cargada de historia
Hoy presentamos cuatro de ellos que, por sus hechos milagrosos, historicidad y expresión pictórica merecen la pena describirlos. El primero es un accidente en el río: “En la villa de Chiclana de la Fronra, en 22 de Mayo de 1790 yendo en barcado, Fco. Anto. Rodrigz. de los Rios en un bote pª la Isla, encontró una Falua la quilla (…) sobre el bote de cuyo motivo estuvo quasi aogado se en comendo a nro. Pe. Jesus, y salio con felicidad.”
El segundo es de un accidente en un horno de cal: “Mateo Sanchez. Estando traiendo Piedras en un Orno de cal, cayo abajo del Orno con el peso de la piedra, la Vº, SSª. del Carmen y el Pª. Sn. Jose lo libro de que no hizo un leve daño. Noviembre 4 del año 1831.”
El tercero, una ofrenda a la Virgen del Carmen por una enfermedad grave: “21 febrero de 1856. La virgen salvó de grave enfermedad a Cecilia Rancés y Villavicencio”. El último, un exvoto ofrecido a la misma Virgen, también por la curación de una enfermedad. En esta ocasión no existe leyenda ni narración alguna, solo la palabra “exvoto”.
Si bien actualmente el exvoto no es un hecho religioso representativo, sí lo es en otras sociedades; en otros sistemas culturales. Y, aunque han cambiado sus formas, no así su sentido espiritual y religioso. Muchos han desaparecido por manos amigas de lo ajeno y otros se han deteriorado. En nuestra ciudad es una tradición, una expresión de arte popular cargado de fe y de historia, que se ha ido perdiendo como otras, pero los existentes siguen formando parte de nuestro patrimonio.
EXVOTOS. Una forma de agradecer la intervención divina
Los exvotos pictóricos son pequeños retablos –en madera o en lienzo– que representan la escena de un suceso relativo a la salud.
Por su composición podemos estructurarlos en tres áreas: la parte superior izquierda, o celestial, donde se ubica sobre nimbos o nubes el ser sobrenatural invocado; la parte central iconográfica, que describe el suceso, y la parte inferior que narra el hecho en sí. No obstante, existen múltiples variaciones; unas veces no se narra el suceso; otras no aparecen el nombre del beneficiado, ni la fecha… Pero ¿cuál es su sentido religioso? El exvoto establece una relación espiritual entre el ser divino y la persona humana que ha implorado su auxilio en una situación excepcional donde peligra su vida: una enfermedad grave o accidente. Ante ello, se le suplica al poder sobrenatural a través de oraciones para que interceda en su favor.
Una vez concedida la gracia se procede a hacer la ofrenda de manera pública, dando visibilidad al milagro –como un hecho prodigioso– con la intención, a su vez, de acrecentar la fe de sus fieles y devotos.