jueves, septiembre 28, 2023
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El Estirón

El Museo de Chiclana sigue mejorando, enriqueciendo sus fondos artísticos y ampliando las actuales instalaciones

Hablábamos en los últimos renglones aquí publicados de las pinturas de Gessa adquiridas por el Museo e los últimos años y que, ya integradas en la Colección del mismo, se han presentado al público dentro del programa de Exposiciones Temporales de este verano. Hemos repetido en varias ocasiones que, entre las Exposiciones Temporales del Museo, hay algunas que se ocupan, a modo de monográfico, de asuntos que la Exposición Permanente de alguna manera ya recoge. Entre éstas, por ejemplo, la dedicada a Sebastián Gessa Arias -y a algunas de sus discípulas más o menos directas- bajo el título “Gessa, suma y sigue” o la que, hace ya unos años, con el título “Pintoras magistrales. El magisterio de Gessa Arias”. Aunque en ésta recurrimos a cesiones temporales por parte de coleccionistas privados, tanto en una exposición como en otra mostramos al público obras adquiridas por el Museo de Gessa y de su entorno que en los últimos años han ido enriqueciendo los fondos del mismo, el patrimonio artístico, en fin, de Chiclana.


Y es que el Museo, de creación todavía reciente, no ha cesado de ampliar -también a través de donaciones y cesiones temporales- tanto el material expuesto de manera permanente cuanto los fondos, expuestos o no, propios. De ahí que hayamos subrayado en más de una ocasión que la Exposición Permanente no es, por permanente, estática, pues es normal -y más que saludable- que un museo joven, sin alterar el proyecto museológico primero, sin quebrantar el hilo discursivo del mismo, se mueva, más aún: que crezca. Que dé el estirón, que también se dice.

El Museo se ampliará con la compra por 250.000 euros de la finca colindante


Y el nuestro lo ha dado. Y lo que, esperamos, le queda.
Cuando el Ayuntamiento de Chiclana retomó a finales de 2012 la gestión del Museo de Chiclana, había espacios -no sólo físicos, sino conceptuales- que reclamaban contenidos. Es normal. Había comenzado su andadura de cara al público, apenas tres años antes y los fondos eran los que eran. Así han comenzado, por lo general, todos los museos vivos.

Esta adquisición servirá para potenciar este enclave cultural


En estos años, a la par que hemos trabajado de cara al público, hemos trabajado también entre bambalinas. Una parte no desdeñable de esta labor ha sido la dedicada a la ampliación de los fondos propios que, por adquisición donación, han aumentado y enriquecido la Colección del Museo. Y distinguimos lo de aumentar y enriquecer porque hay matices. Por ejemplo, la interesante colección de Agustín Segura -la más interesante de este pintor presente en una institución pública- constaba de siete pinturas hace diez años. Entre éstas, una representación de registros diversos en lo que a géneros se refiere: el retrato y la figura humana, el bodegón y el paisaje. Poco a poco, y según nuestro presupuesto lo ha permitido, los óleos de Segura presentes -en propiedad- en el Museo suman un total de catorce. Esto, que literalmente supone una duplicación de la colección inicial, cuanto al número. Pero es que hemos adquirido, entre estos óleos, uno de especial interés: un retrato donde la huella de sus maestros -Velázquez y Gutiérrez Solana- se hace especialmente patente en lo compositivo y en lo procedimental. Ya volveremos sobre ello con detenimiento. Más aún: hemos incorporado a la Colección del Museo un dibujo -retrato a carbón- de Segura así como varios libros ilustrados por él. Y esto es, como hemos dicho antes, un ejemplo. Hay muchos más.


Muchas de estas piezas no están aún expuestas de manera permanente, pero ya queda menos. Porque si comentamos esto hoy es para compartir nuestra alegría, a hilo del anuncio de la compra de una finca colindante para la futura ampliación del Museo de Chiclana. Una ampliación que no sólo los fondos ya exigen y sobradamente justifican, sino que, además, nos permitirá concebir nuevas ideas y aterrizar proyectos a los que ya veníamos dándole vueltas. El Museo ha dado un estirón. Y en ello sigue. El edificio también está consecuentemente en ello.

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