La ciudad distingue como Hijo Predilecto a título póstumo a José Antonio González
Fue, seguramente, uno de los ejemplos más claros del espíritu emprendedor que siempre ha caracterizado a Chiclana. Prácticamente desde el cero absoluto fue capaz de levantar una de las empresas más representantivas de Chiclana, como fue la ya desaparecida fábrica de Vipren. De la mano de aquel niño albañil fue naciendo con el paso de los años y con muchas horas de trabajo, esfuerzo e imaginación todo un imperio empresarial, que acabó convirtiéndose en uno de los iconos más prestigiosos y representativos de Chiclana.
Ahora, a título póstumo, le ha llegado a José Antonio González el mejor reconocimiento que le puede tributar su pueblo, el de distinguirle como Hijo Predilecto de Chiclana.
«Fue un hombre que se adelantó a su tiempo, un gran padre, un gran amigo, un referente y la luz donde había sombra». Así lo definía su hijo Miguel, sin duda el alma mater del legado de José Antonio desde que su fundador se dedicara al merecido descanso de la jubilación.
Y lo hizo en un acto celebrado el pasado sábado en el Teatro Moderno y que logró reunir a un nutrido grupo de amigos, familiares, empresarios y chiclaneros que, de esta forma, querían sumarse a este último homenaje a uno de los hombres que hizo del trabajo una forma de vida en beneficio de los demás.