Juan Luis Iglesias. Director 8tv Chiclana
En algún momento hemos perdido el sentido de la Navidad. Se nos ha quedado por el camino. Se ha desvirtuado de tal manera que, hoy, sólo los escaparates nos dictan qué debemos comprar y qué necesitamos. Nuestros hijos se han empeñado en almacenar todo tipo de coches, muñecas, juegos, tablets, ordenadores y pamplinas o, de lo contrario, serán unos churumbeles frustrados. Vamos, un trauma en toda regla. La publicidad agresiva les ha implantado en el cerebro la necesidad y, por tanto, aparece la ansiedad que proyectan contra sus papás y mamás, hasta el punto de salir corriendo en busca de Papá Noel o de los Reyes Magos, para que cumplan con la lista de la compra.
Somos culpables y lo sabemos, pero parece que estamos anestesiados y simplemente, nos dejamos llevar. Pero además, es que se ha convertido en una forma de status social. Como Pepito tenga un móvil de última generación, nuestro Andresito no se va a quedar sin su Iphone. Sería inconcebible que si a Anita le han regalado la Barbie “cani” no tenga mi Jessy la muñeca y el rancho regentado por Pin y Pon. Y en esas estamos.
Mientras, otros, se afanan en que ningún niño se quede sin juguetes. Ahí es donde la Asociación de Reyes Magos de Chiclana está haciendo un gran trabajo, y ha conseguido concienciar a mucha gente. Por eso, casi todas las actividades benéficas que se celebran en nuestra localidad, van en busca de ese objetivo. Y lo están logrando. Han reunido a gente que saca tiempo después de sus trabajos, dejan a sus familias y sus cosas para que nadie se levante el día 6 y se quede desolado ante un salón vacío. Vaya desde aquí mi reconocimiento a su labor, callada en muchos casos. Abundancia, frente a escasez. Un mundo frente a otro. Menos mal, que en medio, está la buena gente. Feliz Navidad.