CRISTINA REYES/Chiclana
Chiclanero de adopción y reconocido por la mayoría de los que viven en Chiclana, Muriel cuenta con una gran trayectoria en los medios de comunicación locales
El reconocido fotógrafo siempre ha estado vinculado al mundo de los medios de comunicación y su atracción por el fotoperiodismo le ha llevado a caminar por toda España para captar las mejores instantáneas. Y es que, su primera cámara de fotos, que le costó 75 pesetas, la compró cuando tan sólo tenía 10 años.
El fotógrafo, chiclanero de adopción tras llevar muchos años viviendo en Chiclana, recuerda uno de los primeros reportajes que realizó. “En San Fernando hubo un incendio en un barrio muy pobre y yo hice mi reportaje, a pesar de que los guardias no me dejaban. Yo entonces no trabajaba para ningún medio”. Según cuenta, los guardias estuvieron todo el tiempo detrás de él y aquello fue el detonante para que se marchara a Madrid e intentara vender las fotografías a El Caso. En la capital estuvo trabajando para una casa de fotografías, lo que le permitió visitar distintas ciudades de España y hacer reportajes a niños. Cuando regresó a Chiclana se dedicó a hacer fotos en las barriadas, le gustaba estar a pie de calle para buscar la noticia e incluso «en muchas ocasiones llegaba antes que los bomberos y que la Policía».
Muriel recuerda una concentración de nudistas que hubo en la playa porque dos mujeres hicieron topless y un hombre les llamó la atención.»Tras una discusión los guardias las detuvieron y por eso se organizó la protesta. Vinieron periodistas de muchos sitios y no pudieron coger la foto.Yo sí tengo las fotos. A alguno le vendí el cliché».
Comenzó a trabajar en los medios a través de Nicolás Ballesteros, corresponsal de La Hoja del Lunes y de Diario de Cádiz cuando tenía 25 años. En Chiclana fundó Onda Chiclana, Chiclana Televisión y Televisión Chiclana y colaboró con Onda Bahía. Muriel dice echar de menos Chiclana Televisión, «hacíamos las noticias del pueblo, estábamos al día, hacíamos reportajes de todo tipo, la gente lo añora mucho». Además, resalta el buen compañerismo que había en esta televisión.“Pepita Calderón siempre estaba conmigo, también mi hermano Enrique que ha sido el alma de la cámara, quien grababa”.
También cuenta que cuando empezó con la fotografía de prensa estuvo en varios medios a la vez, Diario de Cádiz, Chiclana Información, El Trovador, Información del Lunes, también trabajó para Interviú, y hubo un momento en el que, además de trabajar para los periódicos, llevaba la televisión, “parece increíble pero es cierto. Claro que tenía colaboradores. El difunto Pepe Manzorro me ayudaba mucho”.
Muriel abrió su estudio de fotografía en la calle Huerta Chica en 1983, después se trasladó a Fuenteamarga en 1986, donde se encuentra ubicado actualmente. Ahora Muriel sólo hace fotos si sale de viaje, dice estar «quemado». Son sus hijos quienes han seguido sus pasos y, como él dice, “es la herencia que les estoy dejando. Herencia de trabajo. Todos comen de lo que yo creé, de la fotografía”.