Aunque el Museo de Chiclana no sea propiamente dicho una pinacoteca, cuenta con una amplia e interante muestra pictórica de diferentes autores vinculados de algún modo con nuestra localidad
Infinidad de Museos hay que no tienen a la pintura por protagonista. Muchísimos no cuentan siquiera con un solo cuadro a modo de complemento. Sin embargo, el común de los mortales asocia, de modo casi instintivo, el vocablo museo con la pintura. Y no digo ya, con las artes plásticas en general, sino muy particularmente con la pintura.
Cierra los ojos. Imagina un Museo. O recuérdalo. ¿Qué ves?
Un enorme porcentaje de las personas invitadas a recordar o imaginar nos dirá que ve cuadros. Muchos cuadros. Pinturas mayormente. Hasta es posible que, lo sepan o no, estén viendo -es decir, imaginando o recordando- óleos sobre lienzo con marcos más o menos rimbombantes, y hasta pretenciosos. Quizá se cuele en esa imagen alguna que otra escultura, sí, pero pinturas sobre todo. Ni siquiera dibujos o grabados.
El eje central del Museo de Chiclana, es la historia de la localidad
Es así como, en el imaginario colectivo, funciona la cosa, incluso a sabiendas de que hay muchos museos dedicados a las Bellas Artes cuyo contenido no gira necesariamente sobre la pintura -museos de escultura,de dibujo, de grabado,…-, a sabiendas de que una ingente cantidad de museos o similares ni siquiera muestran obras de arte -en su más estricto sentido- al público. Pero sí, decimos “museo” y, sin más, la mayoría tiende a “ver” cuadros.
El Museo de Chiclana, cuyo eje central es la Historia de Chiclana -argumento claro de su Exposición Permanente-, no es obviamente una pinacoteca. Pero desde que abrió sus puertas hace ya diez años ha ofrecido a los visitantes una interesante muestra de pinturas también. De obras o de autores relacionados de un modo más o menos directo con nuestra localidad.
Adquisiciones y donaciones han enriquecido los fondos pictóricos
Obras de pintores de otro tiempo, como Sebastián Gessa, Juan Antonio González, Federico Godoy,.. Y de pintores más próximo a nosotros, como Agustín Segura. O de hoy mismo: Antonio Vela, Moraldi, José Luis Díaz de la Torre, Juan Antonio Lobato, etc...
Con el paso de los años -de estos diez años transcurridos que decíamos- esos fondos pictóricos se han ido incrementando notablemente. Abundando en los artistas ya incluidos desde un principio o enriqueciendo la muestra con otros autores antes antes ausentes. Así, y ciñéndonos sólo a la pintura, habríamos decir que la colección de Agustín Segura, de la que tratamos ya más ampliamente en nuestra última entrega, se ha duplicado, incluyéndose también en esta colección una obra de su hermano Enrique -el retrato del banquero Quesada-. Adquisiciones del Museo -un par de retratos de excelente calidad- o donaciones a éste -como el retrato de Isabel Enriquez Rosillo- han contribuido al enriquecimiento de la presencia de Segura en este espacio expositivo.
Autores de diferentes épocas estan presentes en el museo
También la obra -ya presente desde los inicio del Museo- de Gessa Arias (nuevas pinturas -óleos y acuarelas- y dibujos), de Juan Antonio González (un excelente bodegón de dimensiones no muy usuales en este autor, así con un par de grabados que nos hablan de la popularidad de su obra- o de Federico Godoy (tres retratos de primerísima calidad, entre los que se incluyen el de Carmen Picazo, benefactora de nuestra ciudad) se haya expuesta ahora con mayor y mejor representación.
Pero también se ha enriquecido la muestra pictórica que de autores de ayer o de ahora mismo presenta el Museo de Chiclana. Así -a través de adquisiciones y donaciones varias-, a los nombres ya presentes desde el origen, se suman los de, entre otros artistas, Fernanda Francés, Julia Alcayde, Cruz Herrera, Agustín Colchón, José Dodero, José María Ávila, Eduardo Martínez, Enrique Quevedo, Juan Ariza, Javier López, Francisco Cabillas, Rafael Baro,…
De ellos iremos hablando en estas páginas poco a poco.