El Banco de Alimentos, de la mano de sus voluntarios y asociaciones, se ha convertido en el mayor apoyo de quienes han visto peligrar lo más básico, la alimentación.
Representa la mejor cara del ser humano, esa que se niega a hablar de vencedores y vencidos, que se niega a dejar en la cuneta a aquellos que peor lo están pasando y que, sobre todo a lo largo de estos años de crisis, ha dado sentido a una de las palabras más necesarias y representativas de toda sociedad justa y avanzada, solidaridad.
Fundado hace ya más de dos décadas, el Banco de Alimentos de Cádiz se ha convertido en el mejor apoyo de quienes han sido víctimas de adversidades que les han llevado al borde del precipio, negándoles la necesidad más básica de todo ser humano, la de la alimentación.
Participado por cientos de voluntarios y colectivos, el Banco de Alimentos ha tenido a lo largo de estos años una importante presencia en Chiclana de la Frontera, movilizando miles y miles de kilos de alimentos en favor de quienes lo han perdido todo o casi todo.
Una ayuda que se ha articulado a través de más de una quincena de colectivos (Caritas, La Olla Solidaria, Hogar Nazaret, Nueva Luz…), que han sido fundamentales para, desde el conocimiento más exacto de la situación de las personas y familias, dar respuesta a todas las necesidades.