Calidad, variedad, seguridad y proximidad son algunos de los argumentos que exhibe el comercio local para atraer esta Navidad a los chiclaneros y chiclaneras a la hora de hacer sus compras. Una temporada navideña que, habitualmente supone entre un 30 y 40 por ciento de las ventas anuales para muchos establecimientos, según los datos de los propios comerciantes, por lo que comprar esta Navidad en Chiclana, y durante todo el año, se convierte ahora en una cuestión de supervivencia para muchos negocios que sufren las restricciones horarias provocadas por la epidemia del coronavirus y que, sin embargo, se resisten a cerrar sus puertas.
Sin comercios y sin hostelería, Chiclana aparecería como una ciudad más triste, menos habitable
Para ello, desde el pasado lunes y hasta el 5 de enero, los comerciantes agrupados en la plataforma «Vive Chiclana» han preparado una campaña con distintas iniciativas. Una actuación que de poco servirá si cada uno de nosotros no es capaz de concienciarse de que comprar en Chiclana es invertir en la ciudad. El comercio y también la hostelería, son elementos claves no solamente en la actividad económica y en la creación de empleo y riqueza. Son también unos lugares de referencia a la hora de explicar nuestra manera de ser , vivir y disfrutar de Chiclana.
Las imágenes de locales cerrados durante el primer Estado de Alarma y en la actualidad a partir de las seis de la tarde, deberían dejar claro que sin ellos nuestra ciudad es más pobre, más triste, menos amable, menos habitable. Comerciantes y hosteleros han hecho un gran esfuerzo por volver a abrir sus puertas, invirtiendo en seguridad para clientes y empleados. Para todos.
La recompensa para ellos esta Navidad no debería ser otra que volver a recibir a los chiclaneros, a sus conciudadanos en sus locales. Compra en Chiclana.