TAMARA ARIZA/Chiclana
Integrarte organiza en Chiclana cursos de formación para resolver conflictos sin que lleguen al juzgado
Dicen que la palabra «perdón» es una de las más difíciles de pronunciar para el ser humano, sin embargo, «no hay nada más reconfortante que ver a dos personas solucionando sus conflictos de manera pacífica, dialogando, expresándose y entendiéndose en un ambiente de cordialidad». Esa es la misión de los mediadores, una profesión que está emergiendo en España aunque, en los países anglosajones, la formación de estos profesionales se viene impartiendo desde hace unos 20 años. La empresa Integrarte nace en 2012 de la mano de dos abogadas, Desiré Olivero y María del Castillo Falcón, cuya trayectoria profesional, en el campo de la justicia, les ha llevado a la conclusión de que el sistema judicial, tal y como está establecido en la actualidad, es un “fracaso” en cuanto a la resolución de conflictos. Y es que, para estas dos mujeres emprendedoras, “la parte más importante, e intangible, de un conflicto no se resuelve en los juzgados”.
En los últimos años ha aumentado la crispación en nuestra sociedad pero, al mismo tiempo, “asistimos a una revolución en la que, cada vez, se toma más conciencia de que el sistema judicial actual está agotado, está enquistado, cada vez acumula más procesos, por lo que existe la necesidad de canalizar estos conflictos de otro modo” afirma Olivero.
Los casos más comunes en los que intervienen profesionales de la mediación son los conflictos en el ámbito familiar, en los que, por lo general, suele haber menores. En muchos casos son parejas que se divorcian y la mediación ayuda a que los menores no sufran. También se dan casos de conflictos intergeneracionales, entre padres e hijos. El mediador es el canal perfecto para favorecer la reconciliación entre los hijos, por lo general adolescentes, y sus padres o incluso sus abuelos.
Otro tipo de mediación se ejerce en los conflictos comunitarios, generalmente entre vecinos, ya sea por ruidos ocasionados por animales domésticos o discusiones por el uso de las zonas comunes. La mediación sirve para que estos conflictos se puedan resolver de manera pacífica sin que lleguen a los juzgados. También existe la mediación penal, que es la que se ejerce en los juzgados, e Integrarte está validada por el Ministerio de Justicia para impartir esta formación.
Asistimos pues al ‘boom’ de una nueva profesión y, desde Integrarte, abogan por la alta profesionalidad de la misma. “Abundan los centros de formación en mediación, incluso imparten cursos online, pero la mediación es una profesión muy difícil y muy seria que exige muchos años de experiencia” señala Olivero. No en vano, Integrarte acaba de iniciar en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, el primer master en mediación internacional, civil, mercantil y diplomática que se realiza en España. Se imparte de manera presencial hasta noviembre de 2016 y va dirigido a cualquier profesional que quiera mediar en un conflicto internacional. No es la única iniciativa pionera en España que pone en marcha Integrarte ya que también ha creado una nueva metodología formativa denominada Método Integrador. Su novedad reside en la aplicación de la Programación Neurolingüística (PNL), una técnica que ayuda tanto a transmitir como a detectar reacciones mediante la observación del lenguaje no verbal. En muchas ocasiones lo importante no es lo que comunicamos con nuestras palabras sino lo que percibe la otra persona a través de nuestros gestos. La PNL nace de la actividad comercial. Así, según Desiré Olivero, “si quieres ser un buen vendedor tienes que ser bueno en Programación Neurolingüística para captar en el comprador qué necesidades hay”.