Cerca de 64.000 vecinos están llamados a las urnas para depositar su confianza en el candidato y la lista que quieren que lleven las riendas de la ciudad los próximos cuatro años
Este domingo, a las ocho de la mañana, abrirán sus puertas los colegios electorales de Chiclana de la Frontera.
Lo harán por segunda vez en menos de un mes y en esta ocasión los chiclaneros tendrán la responsabilidad de elegir a quienes quieren que sean sus representantes en el próximo Parlamento Europeo y, muy en especial, al candidato que desean que lleve las riendas de la localidad en los próximos cuatro años, es decir, hasta mediados de 2023.
Serán doce intensas horas tras las que las siete formaciones que concurren a estas Municipales (Partido Socialista Obrero Español, Partido Popular, Izquierda Unida, Ganemos, Podemos, Escaños en Blanco e Igualdad Real) sabrán si sus propuestas de gobierno y el trabajo desempeñado a lo largo de estos cuatro años son los mejor valorados por los chiclaneros y si, en consecuencia, obtienen el respaldo necesario para acceder a la Alcaldía o, cuando menos, cuentan con representación en la próxima Corporación municipal.
Lograr movilizar al electorado, clave en un municipio muy abstencionista
Como se suele decir, la suerte está casi echada y en apenas cuarenta y ocho horas los chiclaneros afrontarán una jornada de reflexión en la que deberán procesar la información recibida desde las distintas opciones y, lo más importante, decidir su voto.
Y es que, como en anteriores comicios municipales, el voto o, mejor dicho, la ausencia de este (abstención) puede volver a ser determinante para decidir el destino de una localidad que históricamente no ha respondido de manera mayoritaria a la llamada de las urnas.
Sin ir más lejos, en las anteriores Municipales, las de 2015, el porcentaje de abstención fue superior al 50 por ciento. Concretamente, superó el 51 por ciento (51,32) o, lo que es lo mismo, 32.053 personas no ejercieron su derecho al voto frente a 30.405 que sí lo hicieron.
Porcentaje al que hubo que sumar el de los votos en blanco (293, 0,96 por ciento) y nulos (823, 2,73).
En esa ocasión, fueron ocho los partidos que acudieron a las urnas y solo cinco los que obtuvieron representación (PSOE, PP, IULV-CA, Podemos y Ganemos), quedándose fuera de la Corporación DIPA, PVRE y PA.
Asimismo, en 2011 la abstención se elevó al 47,66 por ciento y en 2007 a un por centaje casi histórico, el 56,36.
A la espera de lo que ocurra este domingo (cabe recordar que el Barómetro de El Periódico de La Janda daba la victoria al PSOE con entre 10 y 11 concejales), esta será la décima vez que los chiclaneros acudan a las urnas para elegir a su gobierno municipal, un derecho que estos ejercieron por primera vez en esta etapa democrática el 3 de abril de 1979, curiosamente en un año en el que, también un mes antes, habían acudido a las urnas con motivo de las Generales.