La llegada del mes septiembre y el fin de las vacaciones estivales supone para la inmensa mayoría la vuelta a sus actividades habituales y el reinicio de un nuevo curso. Un nuevo curso lectivo, social, económico, vital y también político.
Y este nuevo periodo corporativo viene marcado en esta ocasión por la convocatoria de elecciones municipales previstas para mayo de 2023. Una cita electoral para la que las distintas formaciones políticas de la ciudad empiezan a preparar sus posiciones y argumentos para conquistar el voto de la ciudadanía.
De aquí a mayo y conforme avancen los meses, iremos conociendo con más detalle quiénes optarán a gobernar esta ciudad y qué medidas proponen para solucionar los problemas de Chiclana y ofrecer un mejor futuro a sus conciudadanos.
Chiclana ha vivido unos meses de junio, julio y agosto excepcionales desde el punto de vista turístico y, por lo tanto, de creación de riqueza y empleo, y muy próximos a la normalidad de antes de la pandemia.
A partir de ahora, aún con la sombra electoral encima, sería de desear altura de miras por parte de todos nuestros dirigentes para poner en marcha iniciativas que supongan la generación de empleo, riqueza y servicios para la ciudadanía y que esa próxima cita electoral no se convierta en excusa para caer en mera palabrería, motivo de ataques sin sentido y proyectos irreales.
Chiclana y los chiclaneros agradecerán esa altura de miras y la voluntad de cooperación.