El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2006 ha dejado algunos edificios sin terminar en Chiclana. El aparthotel San Andrés Golf, un complejo con 110 apartamentos turísticos, es uno de ellos
Hablar de Chiclana es hablar de Turismo, de éxito de un modelo que cada año atrae a más visitantes y que está consolidado como uno de los destinos más reconocidos, valorados y rentables de todo el territorio nacional.
Sin embargo este éxito no se siempre se refleja en todas las actuaciones que se llevan a cabo al amparo de reclamo turístico. Buena prueba de ello es el aparthotel San Andrés, ubicado en Campano, en la Avenida Gran Bretaña.
Unas setenta personas se han visto afectadas por esta obra inacabada
Un complejo turístico y residencial en el que estaba previsto albergar 110 apartamentos turísticos que hoy en día permanece inacabado y lleno de pintadas como recuerdo de una burbuja inmobiliaria que estalló y cuyos esqueletos siguen en pié.
Un edificio que según se recoge en el registro del Catastro se encuentra en un estado de ruina y del que las personas que invirtieron en él adquiriendo alguno de los apartamentos dudan en si podrán recuperar alguna vez su dinero.
La empresa promotora no ha renovado la licencia de obras caducada
La historia comienza en 2004, cuando la empresa ATP Asesoramiento S.L., con origen en Huelva y dedicada a servicios de restauración y hospedaje temporal, obtiene una licencia de construcción para este edificio y reúne a unas setenta personas de Chiclana, Cádiz, San Fernando y otras poblaciones, que convencidas de la idoneidad del proyecto invierten sus ahorros en la adquisición de un apartamento. De entrada, 36.000 euros y posteriormente aportaciones mensuales hasta completar los 135.000 euros en que estaban valorados cada uno de ellos.
el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2006 llevó a la paralización de las obras.
A este respecto, uno de los afectados por esta fallida promoción inmobiliaria señala que «el dinero que se iba consiguiendo de los clientes no se destinaba a la construcción de aparthotel sino que la empresa lo utilizaba en la adquisición de otros terrenos pensando que siempre iban a ganar dinero. Entonces cuando llega la crisis no hay fondos para continuar las obras ni los terrenos valen ya lo que se pagó por ellos en su momento».
El intento de recuperar lo invertido llevó a los afectados a presentar en 2017 una denuncia sin que hasta la fecha, doce años después, todavía haya ninguna sentencia sobre el tema.
Una denuncia que afecta también a la entidad bancaria donde se depositaban las aportaciones realizadas y que ha tenido en venta este edificio a través de su portal inmobiliario Servihabitat sin contar con la aprobación de los inversores, según han manifestado.
Una compleja situación que se agrava con la desaparición en diciembre de 2017 de la empresa promotora, algo que «hace que tengamos escasas esperanzas de recuperar lo que invertimos».
Desde la Delegación Municipal de Urbanismo la historia se completa señalando que «como no se concluyen las obras y dado que hay un deber de construir y mantener, el ayuntamiento inicia un expediente para caducar la licencia. En el momento en que se notifica la caducidad de la licencia, 2019, se abre un plazo de dos meses para que el titular de la licencia solicite el reinicio de las obras. Esto no se ha producido por lo que se ha procedido a anotarlo en el registro municipal de solares». Una situación que contrasta con lo ocurrido con otras promociones inacabadas y que han solicitado y obtenido una nueva licencia de obra para concluir las edificaciones, como es el caso del edificio situado en la zona Los Gallos, donde una construcción inacabada durante casi 30 años de tres plantas de altura haya reiniciado los trabajos para la rehabilitación y terminación de las obras para edificio que contará con 30 viviendas.
Asimismo, desde Urbanismo se indica que una vez finalice el proceso administrativo se abriría un plazo de un año para que el titular cumpla con el deber de edificar. Si eso no ocurriese se iniciarían los trámites de expropiación o concurso público para encontrar un nuevo inversor. Una medida que, de no mediar antes la actuación de los tribunales de justicia, podría ser una de las últimas opciones para que los inversores recuperasen su dinero y se pudiese finalizar las obras de este complejo hotelero en Campano.