Resulta complicado saber cómo será el día después de que toda esta crisis sanitaria termine.
No sabemos cuándo será ni cómo será, aunque previsiblemente se realizará de manera escalonada y con limitaciones. Al menos, mientras no de disponga de una vacuna contra este virus.
Pero lo que sí podemos imaginar ya es que el mundo que nos encontraremos será sustancialmente distinto al que conocíamos. El coronavirus nos ha quitado muchas cosas, vidas, trabajos, costumbres, modos de relacionarnos, tradiciones… y un largo etcétera de cuestiones que creíamos eternas, lógicas e inmutables.
En estos días de confinamiento, Chiclana está dando ejemplo de solidaridad, esfuerzo, compromiso y civismo
Sin embargo, esta pesadilla por la que todos estamos pasando terminará. De un modo u otro, pero terminará. Y en ese momento será la hora de aprovechar todo lo que durante este tiempo de confinamiento hemos aprendido. La solidaridad de muchísimos chiclaneros para contribuir cada uno a su manera a luchar contra esta pandemia. El esfuerzo de todos los que nos están cuidando, de quienes nos protegen, de aquellos que hacen que Chiclana siga funcionando, de quienes nos garantizan que podamos encontrar los medicamentos que precisamos y los alimentos que consumimos. El compromiso social de empresas y particulares para donar alimentos, productos de primera necesidad o materiales de protección a aquellos que lo necesitan. Y, por supuesto, el civismo de la inmensa mayoría de los chiclaneros respetando las normas del Estado de Alarma.
Si lo pensamos bien todo esto que hemos aprendido puede ser una buena base para, cuando sea posible, comenzar con la reconstrucción del tejido social, laboral y empresarial de nuestra ciudad.
Mientras tanto, mientras llega ese día después, toca seguir resistiendo, seguir confinados e ir pensando en qué haremos cuando la pesadilla concluya.
¡Quédate en casa!