Durante más de 60 años, Francisco Alcántara ha regido el comercio más antiguo del Mercado de Chiclana, “Carnicería Alcántara”. Hoy, ya jubilado, son sus hijos Juan Manuel y Francisco quienes se encuentran al frente
Cuando uno se pasa más de 60 años, detrás de un mostrador y de cara al público se convierte casi sin quererlo en un testigo privilegiado de cómo ha ido evolucionando la ciudad y sus habitantes. En un poco sicólogo de la gente e historiador de las pequeñas cosas.
Es el caso de Francisco Alcántara, que desde 1956 ha estado presente en el Mercado de Chiclana, al frente de la carnicería de su mismo nombre, tanto en el anterior edificio en la calle La Plaza, “donde con aquellos techos de uralita te achicharrabas en verano de calor y en invierno casi que era mejor ponerse un abrigo”, hasta el actual ubicado en la Plaza de Las Bodegas, “un edificio en el que se nota que es nuevo y que está bien hecho y tiene unas instalaciones estupendas, o al menos así lo veo yo”.
Ahora, recién jubilado a los 71 años, Francisco sigue acudiendo con regularidad al Mercado, tanto para echar un vistazo a su puesto, en el que ahora son sus hijos Francisco y Juan Manuel quienes lo atienden, como para darse “una vueltecita por la que ha sido como mi casa durante tantos años y donde se van haciendo amistades con el tiempo y a las que me gusta ver siempre que puedo”.
Un local, en el que además de carnes de diversos tipos está especializado en chicharrones y embutidos de la tierra, que abrió cuando después de trabajar varios años con su abuelo y su padre, “me sacaron del colegio a los 9 años y como mi abuelo mataba cochinos y hacía chicharrones y embutidos, yo los vendía por las casas”, decidió “independizarme porque quería casarme”.
Desde entonces y cada día Francisco ha visto desfilar por su establecimiento “a medio Chiclana, viendo como iba creciendo la gente y la ciudad”.
“Ahora, asegura, los clientes saben más, están más preparados, eso se nota enseguida. Saben lo que compran, qué es exactamente lo que quieren y hay que adaptarse a ellos”.
Una ciudad que también ha cambiado. “Sobre todo en el turismo que quien nos ha permitido a los que estamos en el Mercado poder levantar la cabeza muchas veces. Cada vez más gente de fuera que viene al Mercado porque sabe que aquí hay muy buenos productos de cualquier clase, ya sea pescado, fruta o carne”.
Porque Francisco Alcántara asegura ser un “total enamorado de Chiclana y sus gentes, a pesar de que en muchas ocasiones no sabemos valorar lo que tenemos, que es mucho y bueno”.