Estudiante de sicología y apasionada de las creaciones de Carlos Haro, la modelo chiclanera acudirá este verano al certamen de Miss Internacional
Dicen que a veces las mejores cosas suceden casi por casualidad, cuando menos lo esperamos, y, precisamente, esto es lo que le sucedió a Rocío de Dueñas Melero, una chiclanera que a sus 24 años encontró en la pasarela su gran pasión.
Descubierta por el fotógrafo Mayk Pavón en una feria de bodas a la que acudió con su padre para mostrar sus creaciones de Arte en Cristal, Rocío de Dueñas ha desfilado en poco tiempo en un gran número de eventos y para diferentes diseñadores, haciendo gala de unas cualidades que no han pasado desapercibidas.
Elegante, estudiante de sicología y apasionada de las creaciones del modisto valenciano Carlos Haro, Rocío ha desfilado para Toñi Lobato, Antonio Ardón, Francisco Serrano Castro, Salvador Egea, María Jesús Domínguez, Inma Castrejón y Antone Ballester, entre otros, experiencias que, según destaca, «me han servido para seguir aprendiendo y creciendo como modelo».
Ilusionada con la posibilidad de labrarse una carrera en una profesión «excesivamente competitiva», Rocío tomará parte este verano en el certamen nacional de Miss Internacional, cita a la que acudirá en condición de Miss Internacional Andalucía.
«Se trata», destaca, «de una excelente oportunidad, ya que de resultar ganadora acudiría en noviembre a la cita internacional del certamen, que se celebrará en Japón». «La verdad», destaca ilusionada, «es que todo está sucediendo muy deprisa, con mucho esfuerzo y trabajo (Rocío se forma en la Agencia de Modelos de Jaime Montero), pero con muchas satisfacciones».
«No sé que me deparará el futuro, pero voy a seguir trabajando para llegar lo más lejos posible en un mundo que me apasiona».
Consciente de ser «una privilegiada por vestir modelos de ensueño», Rocío se declara en contra «de esos cánones que circunscriben los valores de una modelo a lo puramente físico». «La riqueza», concluye, «está en la diversidad».