Aunque oficialmente aún estamos en verano e, incluso, hay quienes es ahora, en septiembre, cuando comienzan sus vacaciones, lo cierto es que ya nos hemos adentrado en un nuevo curso. Un nuevo curso político, social, solidario, económico… que se presenta muy interesante para Chiclana, para sus vecinos, ya que pondrá sobre la mesa muchos asuntos de interés.
De partida y tras un periodo de adaptación, será apartir de ahora cuando comenzaremos a ver de verdad cómo funciona el nuevo tripartito que lleva las riendas del Gobierno municipal. Del binomio PSOE-Ganemos ya tenemos experiencia, pero ahora habrá que ver cómo se expresa la gobernabilidad con un nuevo actor, Izquierda Unida. Un asunto que, en modo alguno, es baladí, ya que será en este nuevo inicio de legislatura cuando se comenzarán a impulsar y poner en marcha proyectos que, acompañados de las millonarias inversiones ya conquistadas, han de servir para generar riqueza, servicios y, muy en especial, empleo.
Del mismo modo, comenzaremos a ver cómo se ‘comporta’ la oposición, su talante, sobre todo el de esas formaciones que acaban de introducirse en el escenario político local, Ciudadanos y Vox.
Además, habrá que estar muy atentos a ver qué desarrollo tiene ese ‘entente cordiale’ que hace unos días escenificaron Ana Mestre (Junta de Andalucía) y José María Román (Ayuntamiento) y que se antoja trascendental para un sinfín de proyectos y servicios de la localidad.
Un tiempo de retos del que también serán protagonistas destacados los empresarios de la localidad, con importantes proyectos, como el de la puesta en valor de las antiguas instalaciones de Polanco, sobre la mesa.
Curso que, además, arranca con una incertidumbre a la que no es ajena Chiclana, como es la posibilidad de que, finalmente, los ciudadanos seamos llamados de nuevos a las urnas para unas Generales.
